viernes, 24 de febrero de 2017

La ropa: cuidados y mantenimiento

La ropa requiere unos cuidados y un mantenimiento específico y por ello debemos mantener las prendas en buen estado.

El vestuario supone una considerable inversión de dinero, tiempo y energía y a nadie le agrada que se estropee una prenda querida. Los cuidados prolongan la vida de la ropa y ayudan a que conserven el buen aspecto.

Estos son los puntos básicos para proteger la ropa:


- Airea la ropa antes de ponértela: No guardes enseguida las prendas que has utilizado. Después de usarla , cuélgala toda la noche fuera del armario antes de guardarla. La ventilación alisa las arrugas y, al quitar humedad y olores, reduce la necesidad de someterla a una cara limpieza en seco.


- Adiós a las perchas de alambre: Las perchas que dan en las tintorerías no son adecuadas para las prendas de calidad. Los extremos se clavan en las mangas de las blusas y estiran la tela, y los bordes mal acabados se enganchan en el tejido delicado. Las perchas finas destrozan los hombros y no aguantan prendas pesadas.


- En seco: Desodorantes, lociones corporales y perfumes son un regalo para tu cuerpo y un riesgo para tu ropa. Las sustancias químicas de los cosméticos pueden dañar las fibras de la ropa, así que sécate antes de vestirte... y nunca apliques perfumes ni lociones sobre la ropa.


- Ataca las manchas enseguida: En cuanto se fijan, las manchas son más difíciles o imposibles de quitar. Lava las prendas manchadas o envíalas a la tintorería lo antes posible. Si actúas velozmente tendrás mas posibilidades de resolverlo.
- Sacude la ropa: El polvo y la pelusa no sólo son antiestéticos, sino partículas abrasivas que pueden dañar las fibras de la ropa. Usa un quita pelusas y un cepillo para limpiar la ropa regularmente. 

- Coser a tiempo: Solemos decir que es mejor solucionar los problemas cuando son pequeños. Remienda los sietes enseguida, antes de que crezcan. Cuatro puntadas en el dobladillo descosido evitan situaciones embarazosas.

- Mantén el orden en el armario: Además de resultar incómodos, los armarios atiborrados dañan la ropa. Aplastada, se arruga y la tela atrapa la humedad y los olores. Para mantenerla en buenas condiciones dale espacio.

- Que el guardarropa sea como el desierto: En climas húmedos, almacenar la ropa se convierte en algo aterrador. La humedad ambiental se posa en las prendas y fomenta su enmohecimiento. El espacio cerrado amplía ese efecto destructor y el resultado es olor a humedad y ropa arruinada. Usa productos deshumidificadores para el interior de los armarios y la conservación del vestuario. Contienen cristales que atraen la humedad y puedes ponerlo en un rincón para que absorban el exceso de agua.

- Repele los insectos: Las polillas adoran los rincones del guardarropa y atacan fibras naturales como la lana y el algodón. Mantenlos a raya con tacos de cedro ecológicos. Colgados en perchas o en barras, los aceites esenciales del cedro repelen insectos; cuando el olor a cedro desaparezca, recupéralo lijando los tacos para dejar al descubierto un nuevo trozo de madera. (Fuente: www.hogarmania.com)