Deja a un lado la pereza porque una vez que interiorices estas tareas formarán parte de tu rutina diaria y lo harás sin darte cuenta. Además, no te llevará más de 30 minutos.
1. Haz la cama al levantarte.
2. Repasa el baño cada mañana, justo después de asearte.
3. Deja las habitaciones ordenadas antes de salir.
4. Revisa los armarios con regularidad. No acumules ropa que no te pones. Esto te permitirá tener espacio para que ropa esté bien colocada.
5. Recoge la mesa después de cada comida.
6. Recoge la cocina cada noche.
7. Limpia las manchas al momento. Son más fáciles de eliminar.
8. Cada cosa en su sitio.
9. Saca la basura cada noche.
10. Batida general antes de acostarte. Estarás cansado/a pero merece la pena hacer una recogida rápida antes de acostarte. Cuando te levantes y veas tu casa limpia y recogida, empezarás el día con la mente despejada y de buen humor.
Por último, dentro de tu rutina semanal no debes olvidarte de tres cosas básicas: lavar y tender la ropa, pasar el polvo y la aspiradora.
Cada dos meses o así, haz una limpieza más en profundidad. Vacía la nevera y los armarios para limpiarlos y no te olvides de las alfombras y cortinas.
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