domingo, 6 de noviembre de 2016

Di no al caos

Algunos desastres que desorganizan tu armario. Te decimos cómo evitar el caos.

Planificación, planificación y planificación
Colócate delante del armario y analiza tu ropa. ¿Eres de colgar las prendas o doblarlas? ¿Tienes vestidos o prendas largas? ¿Te gustan los complementos? Después de responder a estas preguntas haz un esquema de tu armario ideal sobre el papel (o, mejor, con alguna aplicación informática de las que muchas firmas ponen a disposición de los usuarios de forma online) en el que se contemple cada necesidad.
No te pelees con tu pareja por el espacio a ocupar. Asegúrate de planificar el armario de forma que cada uno tenga su espacio personal e inviolable. No tiene por qué ser exactamente igual para cada miembro pero sí adaptado al tipo y cantidad de ropa de cada uno.

En su justa medida
Para abrigos y vestidos conviene dejar una altura de entre 140 y 170 cm; para americanas y chaquetas, entre 100 y 130 cm; para camisas y blusas, entre 90 y 120 cm; y, para pantalones, faldas y prendas cortas, entre 60 y 90 cm. En cuanto al ancho del hueco, dependerá de la cantidad de prendas, aunque el indicador más claro de si lo estamos haciendo bien es que las prendas no salgan arrugadas del armario por estar apretadas unas con otras.

Cuestión de prioridades
Cuanto más grande es el armario, más prendas acumulamos en su interior. Y, a menudo, sin lógica alguna. Tómate un tiempo para clasificar las prendas de la forma que más se ajuste a tu estilo de vida (ropa de trabajo, informal, para salir, de casa...). Destina el espacio central del armario a la que más uses y los extremos y rincones de más difícil acceso a aquellas reservadas para grandes ocasiones. Ganarás tiempo y tranquilidad, y evitarás descubrir prendas 'perdidas' al final de temporada.
Da igual que tengamos suficientes armarios en casa. La ropa de otras temporadas mezclada con la de uso actual no hace más que entorpecernos cuando buscamos qué ponernos y da sensación de caos en el armario. Lo mejor es guardarla en cajas o bolsas especiales para ello, ya sea en el altillo del armario –la zona de más difícil acceso–, en un trastero o incluso en algún armario auxiliar destinado especialmente para ello.

Bien compartimentados
Quizás es el momento de sustituir esas baldas fijas en las que se amontonan pilas inestables de camisetas –de esas en las que, al sacar una, descolocas cuatro más– por unas bandejas extraíbles que te permitan un más fácil acceso.
Algo similar sucede con los cajones: los de más capacidad son útiles para jerseys y prendas voluminosas pero pueden acabar siendo un pozo sin fondo en el que perder las más pequeñas y no volver a verlas hasta el final de la estación.

Hágase la luz
Buscar a tientas una prenda nos complica innecesariamente la vida y es algo que puede solucionarse mediante la instalación de un simple foco o tira de leds.

 (Fuente: elmueble.com)

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