1. Llevarlo a la tintorería para que le hagan una correcta limpieza.
2. No guardarlo nunca en una funda de plástico. Envuélvelo en papel de seda incoloro, servirá para que además de protegerlo absorba humedades.
Guárdalo en una caja de cartón lo suficientemente amplia para que el vestido entre holgadamente. La caja debe ser de cartón y resistente, para que aguante los pasos de los años y lo proteja de la luz, la humedad, el polvo, y evitará que se amarillee o se decolore. También existen unas fundas especiales libres de ácidos y con un ph neutro.
4. Almacénalo en un lugar oscuro, fresco y sobre todo seco.
5. Es conveniente airearlo como máximo una vez al año, así evitaras que se queden marcadas las dobleces y podrás revisar que está en perfecto estado.
Y después de seguir todos estos consejos quédate tranquila, ¡tendrás vestido de novia para toda la eternidad!
(Fuente: www.zankyou.es)
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