Parece mentira que algo tan pequeño como la ropa interior puede provocar tanto desastre en un cajón. Pero sucede muy a menudo. Cuando abres tu cajón de la ropa interior, ¿qué sensación te produce? La realidad es que muy a menudo la ropa interior es de las zonas de nuestro armario que más desorganizadas están. Es fundamental tener la ropa interior organizada para ahorrarnos esos minutos tan necesarios cada mañana y que, además, no se nos estropee tanto. Tan importante es cuidar como vestimos por fuera como por dentro y esto se refleja también en cómo lo guardas.
. Fuera lo que no nos sirve: como siempre, lo primero de todo es vaciar la zona del armario donde se encuentra todo ese caos y recopilar toda la ropa interior que tenemos esté donde esté. Ve prenda por prenda dilucidando si es para mantener, tirar o donar.
Deshazte de lo que no valga. No existe la opción de “Lo guardo por si algún día …”. Ese día ya sabes que no va a llegar. No me lo he puesto en un año (por algo será), se ha decolorado, la goma ha dado de si, los aros se han deformado o roto y ¡se te clava en la costilla!, ya no me cabe o me queda grande, nunca me quedó bien, es incomodísimo, tiene agujeros.
Sólo nos quedaremos con lo que nos gusta y nos sienta bien.
. Organízalo: utiliza separadores para organizar tu ropa interior. Los hay de muchos tipos desde cajas sin tapa, separadores que se adaptan a la medida del cajón o pequeños cajones para cada tipo de prenda. Elige lo que más te convenga dependiendo del lugar donde lo guardes y de las prendas que vas a guardar.
Separa por tipo de prenda: las bragas en un lado, los sujetadores en otro, las medias en otro y los calcetines por otro.
Doblar bien cada prenda y colocarlo en vertical, así de un vistazo verás todo lo que hay y será muy fácil elegir.
Los sujetadores puedes colocarlos sin doblar para que guarden la forma.
Intenta no hacer bolas a los calcetines. Es mucho mejor doblarlos en tres y colocarlos en vertical. Ocuparán mucho menos espacio y dará mucha más sensación de orden.
Dobla las medias o enróllalas hasta el punto en que puedas colocarlas también en vertical y clasifícalas por colores para que sea muy fácil dar con la que necesitas.
. Mantenlo siempre bien: ya lo tienes todo bien organizado y ahora no es plan que después de la próxima lavada vuelvas a meter todo otra vez desordenado. Es muy importante que sigas el sistema que has creado y que siempre guardes todas tus prendas en su sitio y de manera correcta. No tiene ninguna dificultad y agradecerás cada mañana cuando te vistas que toda tu ropa interior esté tan bien organizada. (Fuente: www.aorganizarte.com)
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